Las cabañuelas son un conjunto de métodos tradicionales de predicción meteorológica a largo plazo utilizado en el sur de España y en América. En el norte de España se utiliza un sistema similar llamado témporas.
Según parece, la palabra cabañuelas proviene de la festividad judaica de los Tabernáculos. En un documento de Toledo del año 1020, se menciona que los judíos colgaban cien cabañuelas en su barrio en memoria de los años que pasó el pueblo judío vagando por el desierto del Sinaí. Como en esta festividad judía se realizan ritos referentes a la predicción meteorológica, el término adoptó ese significado en castellano.
Por otro lado, la palabra témporas tiene la misma raíz latina que tiempo. También es un término de predicciones a largo plazo, pero se realiza por estaciones del año.
No en todos los puntos de la Tierra se utilizan los mismos días para realizar el pronóstico (por ejemplo, en América del Sur el vaticinio se hace en el mes de enero, los hindúes lo hacen a mitad de invierno, etc.). Tampoco se ha hecho de la misma manera con el transcurrir de los tiempos, y cada cultura tiene su método. Así mismo, el ámbito de aplicación de un determinado método es pequeño, no se extiende más allá de unos 80 kilómetros, métodos y predicciones diferentes según las regiones.
Para predecir el fenómeno atmosférico, el experto se basa en indicadores como las formas de las nubes, la dirección del viento, las características del Sol, la Luna, las estrellas, la niebla, el rocío de la mañana, el arco iris o el granizo, por mencionar algunos. El comportamiento de los animales también es utilizado como pronóstico de lluvia; así tenemos la aparición de hormigas aladas, el orejeo de las mulas, que los palomos se bañen, el gato lavándose la cara, el gallo que cante de día (posible cambio de tiempo), o gatos que corren y saltan (señal de viento). Aunque pareciera inviable, las personas también tenían que ver con el pronóstico: si alguien tuviera picor o le doliera una antigua cicatriz, indicaría un posible cambio de tiempo. Signos de lluvia podrían ser los crujidos y sonidos de muebles, el hollín que cae de la chimenea, olor de los desagües, siembra "retorcida", humedad en las baldosas de las habitaciones, el sarmiento que "llora" estando seco, etc.
En España, el experto en cabañuelas, que suele ser por costumbre una "persona del campo" (labriego o pastor), en principio solo recurre a la observación de los primeros 24 días de agosto de cada año durante su transcurso para pronosticar qué tiempo será el que se disfrutará en los próximos doce meses, siendo los primeros doce días pronósticos de los meses en orden numérico ascendente (1=agosto; 2=septiembre, etc.) y los segundos doce días pronostica los meses en orden numérico descendente (13=julio; 14=junio; etc.), siendo conocidos éstos últimos días como las retornadas, de la siguiente manera:
Cabañuelas de Ida | Cabañuelas de Retorno | ||
---|---|---|---|
Día de Agosto | Mes que representa | Día de Agosto | Mes que representa |
1 | Agosto | 13 | Julio |
2 | Septiembre | 14 | Junio |
3 | Octubre | 15 | Mayo |
4 | Noviembre | 16 | Abril |
5 | Diciembre | 17 | Marzo |
6 | Enero | 18 | Febrero |
7 | Febrero | 19 | Enero |
8 | Marzo | 20 | Diciembre |
9 | Abril | 21 | Noviembre |
10 | Mayo | 22 | Octubre |
11 | Junio | 23 | Septiembre |
12 | Julio | 24 | Agosto |
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