.........aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres, y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre. La situación de la cultura en las diversas sociedades de la especie humana, en la medida en que puede ser investigada según principios generales, es un objeto apto para el estudio de las leyes del pensamiento y la acción del hombre.
(Tylor, 1995: 29)

jueves, 24 de abril de 2014

Bailaderos o Baladeros

 
 
Bailaderos o Baladeros
 
 

"Mas cuando los temporales no acudían, y por falta de agua no había yerba para los ganados, juntaban las ovejas, e hincando una vara o lanza en el suelo, apartaban las crías de las ovejas y hacían estar las madres al derredor de la lanza, dando balidos; y con esta ceremonia entendían los naturales que Dios se aplacaba y oía el balido de las ovejas y les proveía de temporales"  (A. Espinosa, 1980:34).
"Si les faltaban las aguas del cielo, o sobraban, u otro mal sucedía, llevaban a sus ovejas y cabras a un cierto lugar; apartaban las crías de sus madres, estimando que por el balido de estos animales hacia una parte y otra, se aplacaba el enojo de aquel soberano, y que remediaría su necesidad" (Scory, en B. Bonnet, 1936:50).
Luis de Mesa 150 f. en el término de Adex, lindes Diego Fernández Castellano y el bailadero de los guanches. Vos doy 5 c. en el dho. lugar. (Datas de Tenerife)
Los guaras o guarachos, nombres ya perdidos para la presente generación, son conocidos en la actualidad por su traducción al castellano de “Bailaderos”, que aún llevan bastantes localidades porque en ellas estuvieron establecidos.” (Juan Bethencourt Alfonso, 1991:298).

Otras de las construcciones de superficie frecuentes en los menceyatos son las conocidas como bailaderos o baladeros, recintos cultuales con un espacio grande, de suelo terrizo, muy apisonado y limpio y en ocasiones empedrados, que ciertos días adornaban de  ramaje a los que se conducía los hatos de ganado en épocas de sequía para implorar a Achuguayu Dios de los temporales que enviase las tan deseadas lluvias. Además esta plazas cumplían la función de Efeken donde las maguadas realizaban los ritos y ceremonias nocturnas dedicados  a esta Deidad,  prácticas religiosas que nos habla de una tradición en la que el culto a la fertilidad y los ritos de purificación están presentes en la vida cotidiana y que se mantuvieron durante muchos años después de la invasión de la isla, lo que dio motivo a que la iglesia católica demonizara estos lugares de culto y tachara abiertamente a las maguadas (sacerdotisas) de brujas y a sus danzas sagradas en aquelarres, extendiendo fabulosas calumnias como por ejemplo, que raptaban niños para chuparles la sangre, esto que hoy no parece absurdo en épocas pasadas era asumido como cierto por las capas populares de la población e incluso por personas de cierta preparación intelectual, tal era el poder de convicción y fanatización de los predicadores del cristianismo. Así, el clero católico propagó una serie de leyendas de descrédito en torno a estas sacerdotisas, que con el transcurso del tiempo fue tomando cuerpo en las mentes de los antiguos canarios, los cuales década tras décadas, se iban embruteciendo mentalmente con las prédicas de los frailes y sacerdotes católicos.

De hecho, cuando un niño o niña  moría lo cual era harto frecuente debido entre otras causas a las condiciones miserables de vida a que fue condenado el pueblo canario, frecuentemente era achacado este hecho a una supuesta  intervención maléfica de las brujas infundios que como hemos apuntado eran propagados y sostenidos por el sistema religioso impuesto, dando lugar incluso a varios procesos inquisitoriales con la quema en vivo de algunas desgraciadas sacerdotisas.
Pervivencia actual de los  Bailadero o Baladero
Mi añorado amigo y fiel compañero durante muchos años de interminables caminatas por los barrancos y andurriales de nuestra amada isla en busca del encuentro emocional con los espíritus de nuestros ancestros, o como él decía de  “los antiguos”, el inolvidable Raúl Melo Dais –siguiendo al amusnau tinerfeño D. Juan Bethencourt Alfonso-, no dejo un interesante trabajo relativo a los bailaderos o baladeros, de él vamos a reproducir algunos pasajes que nos ilustrarán sobre la pervivencia actual en algunos lugares de la isla de los peyorativamente denominados bailaderos de las Brujas:
 “…Sigamos con la descripción de los lugares que Béthencourt Alfonso describe y que nosotros hemos recuperado de la toponimia, en la actualidad por menceyatos:

Menceyato de Icod

El Bailadero en el Llano de Méndez en La Guancha.- Junto a la Guancha, y en una zona recreativa en la carretera vieja que va a Icod, se encuentra el "Llano de Méndez".
Morro del Bailadero, entre Icod y los altos por el camino de las Vegas.- El Barrio de la Vega, se encuentra en la carretera que va desde el Amparo a La Montañeta.

El Bailadero, entre la Cueva del Viento y el Caserío Redondo en Icod y el Bailadero de los Guanches.- Por encima de la Cueva del Viento se encuentra el Barrio de Redondo, así como un lugar llamado "La Tabona" y "El Terrero".

El Bailadero de los guanches.- todo hace presumir que la referida plaza estaba donde hoy llaman "El pino de Buen Paso" entre el barranco del Cuarto y de las ánimas, al pié del monte Castro en Icod.- El citado Pino de Buen Paso aún existe, se encuentra pasando frente la iglesia de dicho barrio.

Menceyato de Daute:

Los Bailaderos, en Teno, próximo al caserío de La Mesita.- En el mismo caserío de Teno Alto, hay una loma que sigue llamándose actualmente Los Bailaderos.

La Montañeta del Vallado.- Creemos que es el mismo mencionado anteriormente, pues se encuentran en el mismo lugar.

Así mismo encontramos el "Llano de las Brujas" cerca de La Caleta de Interián en el término municipal del Tanque
“Fue muy famoso el Luchadero o Natero del Luchadero entre los barrancos de Mazca y de los Sauces”

Existe el conocido barranco del Natero o barranco del Sauce, entre Mazca y Santiago de El Teide suponemos estuvo por este lugar.

Menceyato de Anaga:

 El Bailadero en la cumbre de Igueste y Taganana.- Existe aún en la carretera que va de Las Mercedes a Taganana el lugar conocido como El Bailadero, exactamente en la desviación que nos lleva al caserío de Chamorga.

El Bailadero cerca del pico Amogoje, en la cumbre entre Igueste de San Andrés y Taganana.- Creemos que es el mismo que el anterior por la poca distancia entre ambos lugares.
El Llano del Bailadero en la punta de Naga: Se encuentra en una loma junto al cementerio del barrio de Lomo Las Bodegas.

Existe un lugar en Chinamada conocido como El Bailadero y La Cruz del Bailadero, este lugar se encuentra en el antiguo camino que unía Las carboneras y Chinamada.
Menceyato de Güímar:

En el monte de La Esperanza, el Hoyón del Bailadero.- Probablemente el lugar conocido como El Bailadero en Las Lagunetas junto a la zona recreativa en El Rosario.

 El Bailadero (de las brujas) en las cumbres sobre las casas de Arguenche, en el Escobonal, Güímar.- Muchos de los antiguos Bailaderos, con el tiempo se llamaron "Llano de las Brujas" o "El Bailadero de las Brujas", en lo alto del Escobonal, se sigue conociendo un lugar como El Bailadero, entre barranco Amorín y barranco Frías, junto a la montaña de Amorío.

“ queda demostrada por la existencia de un  Bailadero emplazado a unos 1.500 m. De altitud en el borde inferior del pinar, en un punto donde se dominan todas las tierras de la comarca. El emplazamiento de este Bailadero que allí es topónimo bien conocido, responde a una práctica repetidamente comprobada: Situación en lugar dominante donde se abarque todo el área pastoril...” (Luís Diego Cuscoy, 1958).

El Bailadero en las Lajas sobre Achergue (¿Aguerche?), en el Escobonal de Abajo.- Existe la casa de Las Lajas en los altos del Escobonal muy cerca del bailadero anterior en la misma carretera
El Bailadero cerca de las cumbres del Escobonal.- Fijémonos como Béthencourt Alfonso mezcla los nombres: Arguenche, Achergue y Aguerche, por la zona del Escobonal, no vio ninguno, y solo los describe por oídas, por lo que creemos que estos tres últimos son los mismos

El Bailadero entre el caserío de Barranco Hondo y Candelaria.- Por memoria de los lugareños, en Pasacola en Igueste de Candelaria existe el "Llano de las Brujas" pero más adelante cita:
El Bailadero entre Barranco Hondo y la caseta del caminero en Candelaria.- de la casa caminero solo quedan los cimientos en la llamada carretera vieja por la Cuesta de Las Tablas y creemos que es el mismo.
Menceyato de Abona:

Llano del Bailadero, por encima de montaña Gorda, cerca de la "Calzada del Rey", en Charco del Pino en Granadilla.- Dentro del mismo casco de este barrio, existe el topónimo de El Bailadero, al sureste de Montaña Chiñama.

Lomo del Bailadero como a mitad de camino entre el Poris y Arico el Viejo.- Sigue el topónimo deEl Bailadero junto a la llamada "casa Caminero", en la carretera que sube de El Porís de Abona a Arico el Nuevo.

Llano del Bailadero, al poniente de montaña de Magua en Arico.- Creemos que es el mismo mencionado anteriormente por estar en el mismo lugar.

El Bailadero o Barranquillo del Bailadero al poniente de montaña Cojeja en Granadilla.- Acojeja en Granadilla y barranco de Acojeja, probablemente en este lugar.

El Terrero o Luchadero en Chimiche en Granadilla.- En La memoria de los viejos del lugar, nos señalan un lugar a la derecha de la carretera que va de Chimichie a Las Vegas de un llano conocido como "El Terrero".

El Bailadero junto al Roquito del Puerto, en San Lorenzo.- Así es llamado la zona conocida como "El Roque" en el Valle del Ahijadero, por ser un puerto de paso entre Jama y la baja de Los Cristianos.
El Bailadero por encima de Cambados en Arona.- Probablemente el mismo por su proximidad. En una loma que da al barrio de El Roque en la Montaña de Jama hay un llano conocido como "Llano de las Brujas".

El Bailadero en Guinea, cerca de Cabo Blanco.- En el barrio de Buzanada por debajo del Valle de San Lorenzo se encuentra las calles de Guinea y Viña Guinea y junto a ellas unas calles con los topónimos de "Bailadero de abajo" y "Bailadero de arriba".

El Bailadero, próximo a Jorosa, hacia la cumbre entre los barrancos del Boxo y de Tajao en Arico.- Topónimo totalmente perdido, nadie recuerda un lugar con este nombre.

Llanos del Bailadero entre Las Zocas y Chimbesque, en San Miguel.- En San Miguel, a la derecha del camino que va de Aldea Blanca a Las Zocas y en la falda de la montaña Chimbesque, encontramos en mapas antiguos, una zona conocida como El Bailadero, topónimo todavía conservado por algunos vecinos deeste barrio de Las Zocas.

Menceyato de Adeje:

El Bailadero al naciente de Chirche en Guía de Isora.- En los altos de Chirche, perdura todavía el topónimo de El Bailadero, este se encuentra al margen izquierdo del barranco Pitón o barranco de Tágara sobre la llamada Era Alta y El Chiquero.

El Bailadero en el llano de Canca en la cumbre de Guía.- podría ser el mismo mencionado anteriormente.
El Llano del Bailadero, en el fondo del barranco del infierno.- Al que se refiere nuestro autor, debe de ser el que se encuentra en una loma sobre el barranco en su margen derecho, ya que es muy raro que un llano, esté en el fondo de un barranco.

El Bailadero a orillas del mar sobre Cueva Enramada en Adeje.- Junto a la Caleta de Adeje, se encuentra la llamada Playa de la Enramada, hoy casi desaparecida por la construcción de Hoteles, pudiera haber estado donde hoy se levanta la Ermita de San Sebastián.

El Bailadero en Valle Santiago.

Menceyato de Taoro:

Los Bailaderos u Órganos de los bailaderos, en los nacientes de Aguamansa, en el monte de la Orotava.- En Aguamansa, cerca de la "Piscifactoría", dentro de la finca de Los Monteverde, se encuentran un acantilado llamado Los Órganos y curiosamente debajo de ellos existe un gran árbol centenario conocido como: "El Castaño de las siete pernadas" en un llano, donde pudo haber estado este bailadero.

El Bailadero de Las Rosas, cercano al monte de la Abejera.- En el término municipal de Santa Úrsula, sobre el barrio de Toscas de Ana María, en la zona conocida como Lomo Las Rosas, existe marcado este topónimo de El Bailadero.

El Bailadero en La Portalina en la Guancha.- El barrio de La Portalina se encuentra en la carretera que va de Icod El Alto a La Guancha.

Llano de El Bailadero cerca de La Paz en el Puerto de La Cruz.- Podría haber estado sobre los Acantilados de Martiánez.

El Bailadero cerca de Las Calderetas en el monte de El Sauzal.- Actualmente esta zona se conoce como el Llano de las brujas ó La Cruz de Fune.

El Luchadero en El Ortigal.- (?). Así mismo en La Victoria, al margen derecho del Barranco Hondo, barranco que divide los términos municipales de La Victoria y Santa Úrsula, hay una zona que se la conoce con el topónimo de "Los Luchaderos".

Existen otros lugares conocidos como El Terrero, callao y playa del Terrero entre el barrio de San Vicente en el Realejo y San Juan de la Rambla.
Menceyato de Tegueste:

Como es lógico Tegueste tuvo su Bailadero, que se cree estuvo ubicado cerca de La Degollada, entre la Mesa de Tejina y Las Piedras Gordas de La Orilla.” (Raúl Melo Dait).

Otros elementos arquitectónicos relacionados con la vida cotidiana

Silos o Graneros:

Según recoge Bethencourt Alfonso: “Es una creencia errónea, la de considerar al guanche troglodita en el sentido de que sólo moraba en cuevas. Aunque parezca extraño, dado el concepto que se tiene, esto era excepcional. Las 3/4 partes de las cavernas hallábanse dedicadas a depósitos del común o a panteones, como diremos oportunamente. El auchon estaba formado de casitas terrizas o pajizas y chozas teniendo los más favorecidos una cueva adscrita, donde vivían varias familias consanguíneas o sometidas a servidumbre y sin contar distintos corrales para el ganado. A este conjunto de viviendas, parecido aun cortijo como dice Marin y Cubas, se llamaba auchon; emplazado dentro de una extensión territorial determinada, que granjeaba con sujeción a la ley. Trataremos este asunto con la debida amplitud” (Bethencourt Alfonso, 1991, t.I, pag.297)

Son cuevas naturales u horadadas existentes en todos los menceyatos y que tenían la función de graneros colectivos, actualmente conocidos por silos, pósitos, graneros o trojes. De las cuevas naturales dedicadas a este fin, una de las más notable es la que  está en el subsuelo del pueblo de los Silos, de donde toma el nombre esta localidad del norte de Chinech. El nombre de Los Silos aparece por primera vez en 1509 en una Data del invasor y conquistador Alonso Fernández de Lugo y le viene dado por los numerosos depósitos de almacenaje de cebada excavados en las laderas de la Montaña de Aregume y sus alrededores por los habitantes guanches de la zona.

La historia colonial del municipio empieza tras la conquista de la isla, estando la comarca dentro del Menceyato de Daute en el cambio del siglo XV al XVI. En estas tierras se asentó la familia de colonos Gonzalianes, de origen portugués.

De las cuevas-silos artificiales excavadas en roca de toba o tosca, así como de las naturales existen excelentes ejemplos como las descubiertas en los Realejos en 1870, por encima de la iglesia de Santiago, este tipo de cuevas abundan por la isla, de las cuales a titulo de ejemplo sólo citaremos algunas localizadas en diferentes puntos de la isla Chinech: “Cueva del Granel”, en la cumbre entre los barrancos de Tabordo y de Auhana; la “Cueva del Granel”, en el barranco de Cordobés en la Matanza; la “Cueva de la Tronja”, en el valle de Auhana, Santa Cruz, ”Las cuevas del granerito”, en la majada de Mena, y “La cueva del granerito”, sobre Tejina, entre Guía y Adeje; “La cueva del granero de Jénche”, en Tijoco de Abajo, en Adeje; “El granero de Guasa” y el “Granero de Chacama”, cuevas en Arona; “El granerito”, la “Hoya de la Troje” y “La Troja”, esta última de 10 metros de fondo y la puerta de 0'80 centímetros de alta, cuevas todas en los altos de Arico; “La Troje” y “La Troje de Aguerche”, cuevas en Fasnia; la “Cueva de la Troje”, en el barranco de la Medida en el Escobonal, la “Cueva de la Troje”, en el barranco del Unchón, la “Cueva del Granel”, en el barranco de la Fajana y la “Cueva del granel o del Cañizo” en Badajoz, todas en Güímar; “La Trojita”, entre Barranco Hondo y barranco de la Gambuesa, en Candelaria; “El granel de los guanches” entre otras.

Gambuesas:

El uso tradicional de la Gambuesa continúa vigente en algunas islas, especialmente en la de Erbania (Fuerteventura), donde se cada año se realiza la apañada tal como la llevaban a cabo nuestros ancestros guanches. En la localidad de Pájara en la apañada del año 2008 se reunieron más cien cabreros los cuales con la ayuda de algunas decenas de perros apañaron un rebaño de más de mil quinientas cabras guaniles que fueron encorraladas en la Gambuesa  Los Matos, localizada en el barranco de Pecenescal, tras atravesar todo el istmo de La Pared, los arenales de El Jable y parte de la conocida como Tierra Mala.

El Dr. Iganacio Reyes recoge: “Respecto a guanil, la información antigua es bastante precisa: «[...] se crían algunos ganados syn señal que es llamado segund nombre de la tierra guanire» (Pesquisa de Cabitos, 1477). El análisis morfosemántico tampoco ofrece muchas dudas. La raíz [H·L] alude tanto a la 'dirección' como a un 'signo indicador', por lo que la secuencia inicial w- constituye un simple alomorfo de la partícula negativa wr (reducción condicionada por la vocal de estado del nombre verbal al que acompaña). Por tanto, la fórmula primaria sería wr-anhl.” (Dr. Ignacio Reyes, 2006)

“… “[...] y quando querían tomar algun ganado se Juntaban yhasían apañadas, que llamaban gambuelas” (Abreu ca. 1590). Del 'acto de apañar' pasó a designar el 'corral' donde se recluía al ganado apañado y, por extensión, en La Palma, 'cualquier terreno pedregoso'. La acción y no el recinto es la clave de la interpretación, porque el compuesto gambuesa hace referencia a un 'grupo o partida de captura' (gan-n-ubbaza).” (Dr. Ignacio Reyes, 2006)

Existen diferentes sitios en la isla que conservan el nombre de gambuesa, donde estuvieron emplazadas: “La gambuela” en Güímar; “Saltadero de la Gambuesa”, entre Fasnia y la Zarza; “La Gambuesa”, en Abona (Dct.); “La Gambuesa de Fañabé” y la “Gambuesa del Puerto”, ambas en Adeje; “Las Gambuelas”, entre Alcalá y San Juan, en la costa de Guía, etc.

Sises:
Los sises son hendiduras naturales formadas en las rocas y en las ramas y trocos de los árboles que retienen el agua de lluvia, en la Jardina (Gracia) en la meseta existente entre el Barranco de Aragúy (del Drago) y el Valle de Anesero (Valle Vinagre) existía un sise en una gran roca con capacidad para más de doscientos litros de agua.

Entre los sises de la isla que recordamos por el momento, se cuentan el “Sise” de la degollada del guanche y el de “La vera del sise” en el Risco de tío Marcial, ambos en Güímar.

Pasiles, paseros, secaderos:

Según Antonio C. Perdomo: “Son los nombres que reciben los lugares donde se seca la fruta por métodos tradicionales desde los tiempos pre-coloniales, según los lugares, y así encontraremos el uso de los términos "paseros" (más común en las islas occidentales y en el este de Tenerife), "pasiles" (en el oeste y sur de Tenerife, La Gomera y El Hierro), "secaderos" (en el norte de Gran Canaria y Fuerteventura), y "tendales" o "tinglados", en La Palma y El Hierro.”

En el trabajo de Narciso Lorenzo Santos (1991), al cual remitimos al lector para ampliar la información, se realiza una aproximación a los tipos de pasiles existentes en Canarias que intentaremos ampliar y matizar en el presente trabajo. Distingue este autor hasta nueve tipos distintos de pasiles:

1.- Pasiles de matacanes, cuando el lecho sobre el que se coloca la fruta está formado por piedras volcánicas negras pequeñas, que al acumular el calor del sol secan los higos con mayor rapidez. Son comunes en Tenerife y El Hierro.

2.- Pasiles en cuevas o veriles, utilizando cavidades naturales abiertas al sur, que a la vez que protegen de las lluvias la fruta permiten su desecación natural. Son usados en Tenerife y El Hierro. El topónimo palmero de la Cueva del Tendal, conocida por su yacimiento arqueológico, nos hace pensar en su utilización como secadero.

3.- Pasiles de laja, aprovechando la presencia de grandes piedras de superficie lisa. Son comunes en Lanzarote, La Gomera y El Hierro según el autor, aunque nosotros hemos de destacar, dentro de este tipo, la llamada "piedra la pasa", piedra de uso comunal que los habitantes de Benijo en Anaga usaban para pasar.

4.- Construcciones de piedra, a modo de tarimas de diferente altura realizadas en mampostería de piedra seca.

5.- Pasiles de jable enarenados naturales o artificiales de picón negro. Su uso se
 restringe a Lanzarote y El Hierro.

6.- Pasiles de plantas, cuando la fruta se coloca sobre un lecho elaborado con diversas plantas, como gamonas (Asphodelus sp.) o aulagas (Launaea arborescens).
 Tradicionales de El Hierro y Fuerteventura.

7.- Pasiles de cañizos, especie de tinglados construidos a base de cañas que separan la fruta del suelo. Usados en La Gomera.

8.- Pasiles en eras, azoteas y aljibes, aprovechando estas superficies planas y expuestas al sol en las proximidades de las casas. En todas las islas, especialmente en la eras en Tenerife y en aljibes en El Hierro.

9.- Pasiles de basa, nombre con el que se conoce en algunas islas a las hojas del pino, y que debe individualizarse de las de plantas en general por su amplia extensión e importancia. Usados en El Hierro y La Palma. En las estribaciones mas bajas del sur de El Hierro, donde escaseaban los pinos, recuerdan los herreños cómo había que andar ligero para conseguir basa en la época de pasar higos.

Por nuestra parte debemos añadir a estas tipologías al menos tres tipos de pasiles más:

- Pasiles en molleros, majanos o paredones: con estos nombres, y otros como morras o cascajales, se conocen en Canarias los lugares donde se amontonaban las piedras después de despedregar el terreno para permitir su cultivo. Recibían el nombre de paredón cuando su forma era lineal, separando las parcelas o permitiendo su escalonamiento en terrazas, y de mollero o majano cuando su planta era circular o cuadrangular.

Ciertas partes de estas construcciones se mantenían limpias y bien empedradas para proceder en ellas al pasado de los higos. Respecto a las llamadas "pirámides" de Güímar, que como sabemos se trata de molleros construidos en la época de esplendor de la grana o cochinilla, hay autores que las relacionan con la actividad complementaria de ser usadas como secaderos de frutas.

- Tinglados: este tipo de secaderos lo hemos podido observar y oír descrito en la isla de El Hierro. Podríamos decir que se trata de una adaptación artificial de los secaderos en veril o cueva. Es decir, el agricultor reproduce mediante un tinglado de paredes de piedra, estructuras de madera y techos de colmo, una especie de cueva artificial donde poner a secar la fruta. El tendal así construido se debe orientar al sur, pues los rayos de sol podrán penetrar hasta el fondo mientras que la fruta se encuentra protegida de las lluvias y de la condensación de humedad nocturna. El suelo de esta construcción se renueva cada vez con basa o pinillo con el objeto de conseguir un producto de calidad.

- Pasiles sobre tierra: se trata de un tipo de secadero bastante original por lo distinto que se manifiesta respecto a otros pasiles. Hemos tenidos noticia de este tipo de secaderos gracias a la recogida de la tradición oral, ya que las huellas de estos secaderos sobre tierra han desaparecido y sólo permanecen en la memoria de sus protagonistas. En una relativamente pequeña zona, como la que componen Valle Tabares y Valle Jiménez en la isla de Tenerife, encontramos como tradición el secar los higos sobre un suelo de tierra apisonada y barrida. Los higos se colocaban directamente sobre la tierra, y el conjunto se cercaba con un "bardo" de cañas o de hojas de palmera para evitar que los animales pudiesen entrar al secadero y para protegerlo de los vientos dominantes.” (Antonio C. Perdomo Molina)

Pasiles en el caserío de las Fuentes, sito en el término municipal de Guía de Isora, Chinech (Tenerife).

Asociado a las edificaciones se localizan diversas infraestructuras de uso agrícola, como eras, estanques y hornos de teja y pan, además de una serie de cuevas excavadas en las planchas de tobas pumíticas, utilizadas como dependencias auxiliares.

Hornos:
 

Hasta el año 2005 existían en el los poblados de La Rasca, Arona Chinech, un  horno de considerable proporciones pues tenía unos cinco metros de altura y unos tres de base, construido de piedras seca,  estaba situado en las proximidades de la urbanización El Palmar y a unos treinta metros de la costa. Era de tipo troncocónico y estaba dotado de una escalera exterior de piedras de las denominas de caracol. Era de tipo “ciego” es decir, tenía que ser alimentado por la parte superior, lo que nos induce a pensar que este horno tenía una finalidad ritualistica similar a la de los tofet cartagineses. Como otros tantos yacimientos arqueológicos de nuestra nación, fue victima de la fiebre urbanística y especuladora  sucumbiendo al empuje de las palas mecánicas, aún estando en un paraje supuestamente protegido, en sus inmediaciones construyeron una serie de viviendas adosadas y levantaron una especie de torreón burda imitación de los construidos por los invasores europeos del siglo XVI.

Como otros aspectos de la cultura material guanche, los hornos fueron reutilizados y adaptados a sus métodos de trabajo por los colonos europeos.


Taros:
 

Es una construcción también circular, que no tiene más de dos metros de diámetro. Es voz guanche de uso actual. El fin de su construcción parece ser refugio de pastores, lugar de vigilancia o “torre de curiosos”. Según Álvarez Delgado, la voz tarute, citada por los cronistas como mensajero, embajador, nuncio..., equivale literalmente a torrero, avisador, mensajero. Este tipo de yacimiento se encuentra en varios sitios de Tenerife y de El Hierro.(Gevic, 2008).

“De las dos clases de taros que tenían nuestros ancestros, el que nos ocupa ahora consistía,  en un pequeño edificio de piedra seca, de forma cilindro-cónica, cubierto, de 3 a 4 varas de altura por unas 3 de diámetro en la base, sin más huecos que la puerta, de ordinario tapiada con piedra seca o provista de una hoja pajiza. Interiormente lo dividían en tres o más cañizos, pisos o mesetas, formados de palos atravesados sobre los que colocaban diversas sustancias, especialmente quesos.

El último sobreviviente de estos taros se hallaba emplazado por encima del case río del Río, en Arico; porque el que existe en las medianías de Güímar es de construcción moderna y de piedra y barro. La segunda variedad de taros de que antes hablamos, aún los emplean algunos pueblos como La Guancha. Redúcese a una armazón hecha con cuatro cuerdas pendientes del techo de la casa, a la manera de aristas verticales de un prisma de base cuadrada que sirven de sostén a tres o cuatro andamiadas o cañizos sobrepuestos y equidistantes, hechos con varas de haya, follado, etc.” (Juan Bethencourt Alfonso).

Efectivamente este taro situado en las proximidades de Chinguaro en Güímar, es de construcción pos-colonial, pero esta ubicado en el  mismo lugar que ocupaba otro de construcción guanche. Estos edificios generalmente situados en zonas costeras o en lugares elevados desde donde se divisaban amplias panorámicas de las costas, servían de atalayas desde donde mediante fogatas o toques de bucios se daba la alarma ante la presencia de barcos que con harta frecuencia asaltaban las islas a la captura de esclavos, al tiempo que eran aprovechados para almacenar quesos, frutas secas etc., posiblemente para sustento de los atalayeros.



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