.........aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres, y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre. La situación de la cultura en las diversas sociedades de la especie humana, en la medida en que puede ser investigada según principios generales, es un objeto apto para el estudio de las leyes del pensamiento y la acción del hombre.
(Tylor, 1995: 29)

sábado, 10 de mayo de 2014

LA CARGA DE LOS MAMELUCOS-GOYA



LA CARGA DE LOS MAMELUCOS-GOYA


Museo del Prado la exposición “Goya y los años de la guerra, uno de los alicientes de esta muestra temporal (aunque tiene muchos) es la oportunidad de poder contemplar El 2 de mayo o la carga de los mamelucos y Los fusilamientos del 3 de mayo en la montaña del Príncipe Pío con su nuevo aspecto tras pasar por los talleres de restauración del museo.
La historia de esta intervención viene de lejos. En 1936, ante la amenaza que suponían los bombardeos sobre Madrid durante la Guerra Civil, varias obras del  Prado fueron embaladas y trasladadas a Valencia para salvaguardarlas. En 1938 los lienzos sufrieron un nuevo viaje, en esa ocasión de Valencia a Gerona. A su paso por Benicarló el camión en el que viajaban los grandes lienzos de Goya chocó con un balcón (otra versión de la historia dice que el balcón se derrumbó por un bombardeo), el impacto desgarró parte de los lienzos y La carga de los mamelucos sufrió una rotura del soporte textil en dos zonas, que posteriormente se perdieron durante el viaje.
 
Detalle de la reintegración en La carga de los mamelucos.


Para solucionar este desaguisado los lienzos fueron restaurados en 1938, con escasos recursos Tomás Pérez y Manuel Arpe y Retamino realizaron un reentelado para garantizar la estabilidad de las obras. En Septiembre de 1939, ya en el Prado, Manuel Arpe finaliza la restauración de los dos lienzos, para reintegrar el color en las zonas perdidas utiliza la técnica conocida como tinta neutra, es decir, en toda la zona perdida se aplica un color liso, uniforme y que entone con el resto de la obra para así pasar desapercibido. El color elegido para esta reintegración fue un rojo oscuro casi marrón, que aunque estaba entonado con la obra, no pasaba desapercibido.
Así hemos podido contemplar  el cuadro durante más de 50 años, hasta que en 2000 el Prado convoca un encuentro internacional para decidir si se debían de restaurar los cuadros y qué hacer con las partes perdidas, o como a los periodistas les gusta decir “heridas de guerra”.
En este encuentro internacional se acordó la limpieza de las obras, pero respecto a la reintegración de lo perdido no se consiguió unanimidad. Creo que lo que finalmente han hecho los restauradores del Prado, reintegrar lo perdido tomando como referencia fotografías anteriores al accidente, es lo correcto. Los desgarros eran la causa de una mala manipulación de los cuadros, aunque fuera durante la guerra. Conservarlas por su valor documental me parece una exageración, en este caso el arte y la estética se han sobrepuesto a la historia
Se han encargado de esta última y modélica restauración Elisa Mora que durante un año ha trabajado en El 2 de mayo, y Enrique Quintana y Clara Quintanilla que durante cuatro meses han restaurado Los fusilamientos del 3 de mayo.

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